viernes, 30 de noviembre de 2012

Palabras para Ángela


Tú que nos enseñaste

que el silencio,

no servía para nada.


Y que el grito

hasta el final no resulta inútil,

ni la poesía.


¿Qué podemos esperar,  

cuando ya se golpea

a los niños con porras?


¿Cómo le cantamos

a la rosa, aplastada por

el pie del manifestante?


Ahora, te lloran las madres,

sus hijos y los niños,

te llora el obrero, Ángela,

y te lloran los poetas.


Levántate y escribe por el hipotecado, 

por el desahuciado y el suicida.

La gente se muere,

se muere de angustia.


Tú, que nos devolviste la canción

te fuiste antes de ver,

que los poetas estamos muertos

por dentro, bien dentro.


Te recordamos hoy,

que ha vuelto el hambre a la calle

y la educación ya no es de todos.


(Pero si no nos morimos a penas un instante,

ahora que todo importa tan poco,

ahora que todo importa más que nunca)


Cuando el muro ciego

nos aprese, cantaremos

con la fuerza de todos.


Ahora, más que nunca,

levantaremos la palabra

por encima del poder

y los Otros.      
                   

No abras los ojos, aún no,

espera que arreglemos,

lo que siempre estuvo roto.


Y perdona mis veinticuatro años, Ángela,

tus poemas en la mesita de noche

y la esperanza en los ojos

y en la boca.


Este país se ha vuelto,

otra vez,

un tierra de locos.    
Fran Garcerá 2012

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