jueves, 26 de febrero de 2015

Poema efímero

De repente, una clase sobre la vanguardia, en UVA Hispanic Studies Program nos lleva a un sencillo ejercicio de estilo. Una estudiante dice que le resulta imposible escribir un poema sin intentar comunicar un mensaje, porque es como ir en contra de todo lo que hemos aprendido desde pequeños. Y, sí, en efecto. Así es. Esa es la idea. Romper el lenguaje, tensarlo, para dejarlo hablar de verdad.

Después, imaginamos una historia. La reducimos a sensaciones punzantes, y con ella construimos un poema inspirado en el creacionismo de Huidobro. Queda escrito en la pizarra, y ese es su mayor gesto vanguardista. Un poema efímero: escritura de un instante en otro instante.




Las tardes

                 la línea de la luz

en el fondo.

Y semáforos. Las luces son de coches

en la avenida.

Ochenta y uno.

Un asiento libre. El mar

es otro

miércoles, 25 de febrero de 2015

La luz roja

La estudiante de Survey of Latin American Literature II Amanda Cole hace un homenaje a Horacio Quiroga reescribiendo uno de sus cuentos más famosos...
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¡Rojo, rojo, rojo…! Me gusta ver el rojo. Todas las cosas rojas. La luz en el cielo es mejor cuando está roja. Empieza azul y después está roja. ¡Y es tan brillante! Cuando veo esta luz, siento algo. No sé lo que es, pero es algo. Es como me siento cuando veo la comida. Prefiero más que nada sentir cosas como la luz o los ruidos o el sabor de la comida. Cada día, me siento en el banco para ver la luz, y espero por todo el día para ver la luz roja y brillante. Los otros tres que se parecen a mi están a mi lado. Pero, cuando estamos sentados, no les miro. Solo tengo la misma mirada hacia la luz.  Y cuando veo la luz, mi mirada cambia. Mis ojos instintivamente están más abiertos y mis labios se abren y hago ruidos espontáneos e innatos. A veces gritamos como los animales grandes porque me gusta oír los ruidos altos. No sé como hacer ruidos diferentes como los padres pueden hacer.

Ellos son mis padres o es el ruido que ellos repiten mucho, pero no sé lo que significa un “padre”. Son cosas o animales o personas más grandes que yo. Ellos me daban de comer, pero ahora no los veo mucho. Solo los oigo cuando quiero oír los ruidos altos. Los padres gritan entre ellos, pero dejan de hacerlo cuando otra cosa pequeña hace un ruido extraño, con el agua en los ojos. Ellos pasan mucho tiempo con la pequeña.

Por eso para hacer las cosas que me gustan, puedo ver el rojo en el cielo, oír los ruidos de los padres y comer las cosas que alguien me da. Esta cosa o persona o animal (no sé) pone la comida en mi boca. También, ella pone mucha agua y jabón en mi cuerpo. Odio esto. Es una sensación muy mala pero todavía grita cuando me pone agua como cuando ver el sol o quiere ser un animal.

Pero, hay otras maneras de ver el rojo. ¡Más que esperar el cielo! Yo vi una vez la grande que me da comida y el agua horrible creando el rojo. Pienso que yo puedo hacerlo, también, y los otros como yo pueden ayudarme. ¡Qué bueno ver este color sin esperar el cielo! Entiendo algo ahora. Ella lo hizo así. Ella cogió una cosa pequeña por el patio. Después, la llevó a la casa y usó algo gris y afilado para separarla en dos partes. La cosa pequeña hacen ruidos un poco extraños, pero después, yo vi el rojo. El rojo fluye desde las dos partes de la cosa. ¡Rojo, rojo, rojo!

Cuando pueda, yo voy a hacerlo. Quiero ver y sentir el rojo.

Pues ahora estoy esperando la luz en el cielo otra vez. Encuentro otra cosa pequeña, pero con el pelo diferente y dos brazos. Está encima del cerco que veo cuando espero el sol. Entonces, las otras y yo la cogemos para crear el rojo.

Grito para recordarles como la otra lo hizo. Mientras los demás la agarra, ella está gritando mucho. ¿Dónde está la cosa gris…? Estoy buscando en toda la cocina. ¡Aquí! Ahora la tengo.

Como vi la manera en que la otra lo hizo, separo a la pequeña en dos partes. ¡Y el color…tan brillante como he imaginado! Pero, hay algo conocido aquí. ¡Ay! Esta cosa pequeña es la misma cosa que a los padres le gustan ver cuando ella grita y hace agua. Sabía que reconocía este ruido. Ahora, ellos pueden verle en rojo. ¡Qué guay! Aunque ha dejado de gritar, la cosa es mucho más brillante ahora.

Los padres entran para ver esta cosa tan luminosa. Pero uno de ellos crea el agua con los ojos. Al mismo tiempo, está haciendo ruidos extraños que suenan como “Bertita!” y “mi hija, mi hija”. No entiendo estos ruidos. Pero, puedo sentir el rojo ahora porque todo el piso está cubierto de rojo, como cuando veo el sol. 
Amanda Cole 2015


lunes, 23 de febrero de 2015

La muñeca menor: un cambio de perspectiva

Kendall Burgess estudiante de la clase Survey of Latin American Literature II del programa de Primavera de University of Virginia Hispanic Studies Program, nos ofrece en este relato una reescritura personal del cuento "La muñeca menor", de la escritora puertorriqueña Rosario Ferré.

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Al salir para la casa de la tía vieja, un paciente de mi padre, yo tengo un sentimiento muy extraño sobre el encuentro. Mi padre, un doctor honesto y confiable, la ha tratado durante muchos años. La tía vieja fue mordida por una chágara viciosa muchos años en el pasado y desde entonces, ella ha necesitado un doctor para visitas mensuales. Yo nunca tuve  tiempo para visitar a esta mujer porque estuve estudiando para mi licenciatura en medicina. Finalmente, con el apoyo de mi padre, yo he completado los estudios. Estoy muy agradecido por su apoyo en mis metas. También, él es la razón principal por la que yo quiero ser médico; su trabajo ha cambiado las vidas de muchas personas para mejor. Es una carrera honorable y no es fácil. Mi padre decidió dedicar su vida a su carrera después de la muerte de mi madre. Ella tenía cáncer y desafortunadamente, no podría continuar la lucha. Yo solo tenía dos años cuando murió y no recuerdo mucho sobre ella, pero en fotos, ella es tan bonita y parece llena de vida. Muchas veces, cuando era un niño, yo vi a mi padre llorando con las fotos en sus manos. Sin una madre, mi padre es mi único modelo a seguir.

Bien, basta de eso, mi padre dice que ella es una mujer con hábitos interesantes como hacer muñecas de tamaño natural por cada año de vida de cada sobrina. Ella tiene tres sobrinas y todas tienen muchos años, resultando en muchas muñecas. Las muñecas son muy significativas para la tía vieja y ella usa materiales caros y únicos para hacerlas. No es sólo una afición, es su vida. Mi padre dice que existe una pieza de la casa exclusivamente para las muñecas. ¡Qué fascinante! Tengo mucha curiosidad, ser un doctor también, sobre este caso y la vida interesante de esta mujer. Pero, tan pronto como veo la pierna, yo estoy confundido y un poco enojado con mi padre.

            -No entiendo. Tú podrías haber curado esto en su comienzo. -le me dije a mi papá, lejos de la vieja tía.

-Es cierto… pero yo sólo quería que vinieras a ver la chágara que te había pagado los estudios durante veinte años. -Le dijo, con una mueca.

-Pensé que eras un hombre honorable, pero claramente no… no hay una cantidad de dinero vale la pena. Tú eres el mentiroso y me siento engañado. Yo confié en ti y tú eras mi modelo. -me dije.

-Tú eres desagradecido y no entiendes ser un padre. Un día vas a entender los sacrificios que hice para tu futuro, -le dijo.

-¿Cómo puedes dormir por la noche? Tú has arruinado la vida de una mujer inocente. Déjame en paz. ¡No quiero hablar contigo nunca más!  -me dije.

Hay muchos pensamientos en mi cabeza ahora. Mi modelo a seguir, mi padre, mi tutor. Todo es una mentira. Mis emociones toman control y yo empiezo a llorar. ¿Por qué yo? Es difícil entender la posición de mi padre pero al mismo tiempo, esta acción es contra de todas las cosas que él me enseña en mi vida. ¡Qué hipocresía! Yo no vi la sobrina de pie a mi lado hasta que ella habló.

-¿Tú estás bien?. -La sobrina menor, una mujer bonita, me pregunta en una voz como miel.

Era como si el mundo dejó cuando ella habló. De repente, no podía recordar por qué estaba enojado. Yo podría mirar a ella por horas… ella tiene una cara como porcelana y una sonrisa asombrosa. Yo nunca he visto una chica como ella. Es difícil responder sin mi respiración. Es casi como si ella fuera una muñeca.

Cuando miré de nuevo, ella se había convertido en porcelana y no podía hablar. ¿Ella era una muñeca todo este tiempo? Yo necesito salir de esta casa y nunca regresar...

Kendall Burgess 2015

La foto de la muñeca menor procede de http://www.santoro-london.com/