miércoles, 25 de febrero de 2015

La luz roja

La estudiante de Survey of Latin American Literature II Amanda Cole hace un homenaje a Horacio Quiroga reescribiendo uno de sus cuentos más famosos...
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¡Rojo, rojo, rojo…! Me gusta ver el rojo. Todas las cosas rojas. La luz en el cielo es mejor cuando está roja. Empieza azul y después está roja. ¡Y es tan brillante! Cuando veo esta luz, siento algo. No sé lo que es, pero es algo. Es como me siento cuando veo la comida. Prefiero más que nada sentir cosas como la luz o los ruidos o el sabor de la comida. Cada día, me siento en el banco para ver la luz, y espero por todo el día para ver la luz roja y brillante. Los otros tres que se parecen a mi están a mi lado. Pero, cuando estamos sentados, no les miro. Solo tengo la misma mirada hacia la luz.  Y cuando veo la luz, mi mirada cambia. Mis ojos instintivamente están más abiertos y mis labios se abren y hago ruidos espontáneos e innatos. A veces gritamos como los animales grandes porque me gusta oír los ruidos altos. No sé como hacer ruidos diferentes como los padres pueden hacer.

Ellos son mis padres o es el ruido que ellos repiten mucho, pero no sé lo que significa un “padre”. Son cosas o animales o personas más grandes que yo. Ellos me daban de comer, pero ahora no los veo mucho. Solo los oigo cuando quiero oír los ruidos altos. Los padres gritan entre ellos, pero dejan de hacerlo cuando otra cosa pequeña hace un ruido extraño, con el agua en los ojos. Ellos pasan mucho tiempo con la pequeña.

Por eso para hacer las cosas que me gustan, puedo ver el rojo en el cielo, oír los ruidos de los padres y comer las cosas que alguien me da. Esta cosa o persona o animal (no sé) pone la comida en mi boca. También, ella pone mucha agua y jabón en mi cuerpo. Odio esto. Es una sensación muy mala pero todavía grita cuando me pone agua como cuando ver el sol o quiere ser un animal.

Pero, hay otras maneras de ver el rojo. ¡Más que esperar el cielo! Yo vi una vez la grande que me da comida y el agua horrible creando el rojo. Pienso que yo puedo hacerlo, también, y los otros como yo pueden ayudarme. ¡Qué bueno ver este color sin esperar el cielo! Entiendo algo ahora. Ella lo hizo así. Ella cogió una cosa pequeña por el patio. Después, la llevó a la casa y usó algo gris y afilado para separarla en dos partes. La cosa pequeña hacen ruidos un poco extraños, pero después, yo vi el rojo. El rojo fluye desde las dos partes de la cosa. ¡Rojo, rojo, rojo!

Cuando pueda, yo voy a hacerlo. Quiero ver y sentir el rojo.

Pues ahora estoy esperando la luz en el cielo otra vez. Encuentro otra cosa pequeña, pero con el pelo diferente y dos brazos. Está encima del cerco que veo cuando espero el sol. Entonces, las otras y yo la cogemos para crear el rojo.

Grito para recordarles como la otra lo hizo. Mientras los demás la agarra, ella está gritando mucho. ¿Dónde está la cosa gris…? Estoy buscando en toda la cocina. ¡Aquí! Ahora la tengo.

Como vi la manera en que la otra lo hizo, separo a la pequeña en dos partes. ¡Y el color…tan brillante como he imaginado! Pero, hay algo conocido aquí. ¡Ay! Esta cosa pequeña es la misma cosa que a los padres le gustan ver cuando ella grita y hace agua. Sabía que reconocía este ruido. Ahora, ellos pueden verle en rojo. ¡Qué guay! Aunque ha dejado de gritar, la cosa es mucho más brillante ahora.

Los padres entran para ver esta cosa tan luminosa. Pero uno de ellos crea el agua con los ojos. Al mismo tiempo, está haciendo ruidos extraños que suenan como “Bertita!” y “mi hija, mi hija”. No entiendo estos ruidos. Pero, puedo sentir el rojo ahora porque todo el piso está cubierto de rojo, como cuando veo el sol. 
Amanda Cole 2015


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