lunes, 25 de noviembre de 2013

Los ojos de la mosca

A veces la inspiración tiene le forma de una mosca. O al menos eso es lo que nos cuenta Theresa Benesh en su relato fantástico.

__________________________

Cada día sentada en el mismo lugar, cada día con el portátil abierto y ejecutando los mismos programas, y cada día escribiendo y borrando la primera oración de estos ensayos. Con esta cara así de tanta confusión, la vida de esta chica sentada en la cafetería debería ser una de la búsqueda constante de alguna inspiración. La falta de la creatividad es una de las cosas más tristes del mundo. Ay, cómo ella me recordaba tanto a mi hija que había muerto hace dos años. Qué bonita era ella y su vida- tan feliz y siempre con una sonrisa en la cara.

La chica se acercó al mostrador y dijo lo mismo de todos estos días de ensayos, <<un café bombón, por favor,>> y regresó a su silla para esperarle. Mirando a todos los lados, procuraba algo; alguna historia de la vida que podría servir como una idea. De ser y vivir no hay una historia o origen concreto, tampoco un verdadero termino. Como podría ser tan difícil terminar un ensayo para el que es solo necesario la creatividad que está justo alrededor de ella en todos los momentos.

Terminé de preparar su café bombón y traerla a la mesa. Ahí en cima de la planta en la mesa estaba la mosca. Me preguntó si era la misma del otro día; pues, tal vez. Justo en este momento la mosca empezó a volar por toda la cafetería aterrizando en todos los sitios. Miré esta chica con sus ojos tan cansados y listos para cerrar que no daba cuenta a la vida lindísima y extensiva que estaba por todo lado. Ay, como ella me recordaba tanto a mi hija.

Regresé detrás del mostrador para preparar el café de la pareja que acababa de entrar. No podría parar de pensar en esta chica; cuantos días ella pasaba en esta silla, cuántas oraciones había borrado, y cuanto tiempo pasaba mirando de un objeto al próximo durante escuchar su música. Vi, como en cada otro ensayo, que solamente tuvo su nombre (que nombre bonito), el nombre del profesor, y la fecha.  Curioso como ella nunca podría utilizar toda la inspiración que la vida puede ofrecer. Ay, como ella me recordaba tanto a mi hija.

Miré otra vez a la chica en el rincón; ahora con sus ojos cerrados y durmiendo tranquilamente. Me preguntó como podría terminar con todos estos ensayos durante su tiempo durmiendo. Luego pasó la mosca, volando por todos los sitios que a la chica le faltaban ver. Se posó un rato en la flor, un rato en la jaula que colgaba del techo, un rato en mi delantal, y un buen rato en el portátil abierto de la chica. Ay, como ella me recordaba a mi hija - con sus ojos cerrado por la falta de la creatividad necesaria para vivir una vida plena.

Se despertó la chica, y como cada otra vez después de tener estos ensayos, tuvo una cara de tanta sorpresa, pero al final cerró el portátil, tan feliz y con una sonrisa en la cara. Ay como ella me recodaba a mi hija. Luego se acercó al mostrador para pagar y preguntó si alguien, de alguna manera, había metido en su portátil cuando ella quedó dormida, que sus ensayos siempre quedaban escritos cuando se despertaba. Confundida, yo respondí <<Pues, no. La única cosa que te acercó fue una mosca.>> 

Theresa Benesh 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario