martes, 15 de octubre de 2013

El secreto de Rapunzel


La primera actividad creativa del curso Survey of Latin American Literature II (Programa de Otoño 2013 de UVa Hispanic Studies Program en Valencia) consistía en escribir una historia ya conocida, pero desde otra perspectiva. Esta es la esclarecedora versión del cuento de la princesa Rapunzel que nos presenta Stephannie Tamayo.
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No te puedo decir mi nombre porque nunca me lo perdonaré . La historia que te voy a contar es una de esas historias que nunca se deberían repetir,  pero me veo forzado a decir la verdad. Ya no puedo más con esta mentira. Todos saben de la princesa Rapunzel. La mujer bella con cabello mágico, largo, y el más bello de todo el pueblo. También se sabe que la bruja más fea del pueblo la secuestró de niña cuando se dio cuenta de que el cabello iba a hacer  que luciera bella y joven. La historia es contada así,  la bruja mantuvo a Rapunzel capturada en un castillo aislado de todo el pueblo para que nada le pasará a su cabello, pero es hora de contar la historia como realmente pasó.

Fue un día como cualquier otro en mi niñez. Mi madre me ponía la mesa para que pudiera desayunar antes de irme a jugar con mis amigos, cuando de repente me dijo que hoy me tenía que quedar en casa. Ella cerró todas la puertas y las ventanas con llave y me explicó que la princesa había sido secuestrada y que el rey había ordenado que todo el mundo se quedara en casa con cerrojo. Me acuerdo que pasaba el tiempo, una semana, un mes, un año. Cuando la princesa no volvió a los dos años, el rey decidió tener una ceremonia como si hubiera muerto. Ni el nombre le habían dado a la princesa.

Cuando cumplí los 22 años pude comprarme mi primer caballo. Este día fue uno de los días mas felices de mi vida. Decidí montar y explorar mi pueblo. Guié a mi caballo por calles extrañas  por las que nunca me atrevería a ir a pie. Siempre había tenido curiosidad por explorar estas calles pero sin caballo no tenía el valor. Después de media hora llegué a lo que yo pensaba que era un callejón sin salida, cuando de repente vi un pájaro saltar de un arbusto. Encontré esto muy extraño así que fui a investigar.

Una gran sorpresa tuve cuando descubrí lo que había atrás de los arbustos. Encontré un castillo hermoso rodeado de un rio, arboles gigantes, y las flores mas amarillas que había visto en mi vida! Me acerque al castillo y me di cuenta de que no tenía puerta. Grité así al cielo pero nadie me respondía. Grite otra vez, "Hay alguien aquí!" Pero nada. Tenía sed y el agua del río me invitaba a tomar. Me puse de rodillas para coger agua con mis manos cuando de repente todo se me fue a negro.

Me desperté en una recámara con la mujer mas bella que había visto en mi vida frente a mi. "Que buscas aquí?", me preguntó furiosamente. Le expliqué que solo estaba explorando el pueblo cuando por casualidad encontré el castillo. Le dije que no era mi intención ser intruso y que traté de averiguar si alguien vivía en el sitio.  Después le pregunte su nombré y ella me respondió nerviosamente, "Rapunzel. " Con su boca me decía que necesitaba irme pero con los ojos me pedía que me quedara.  Después de un poco de conversación y vino me pidió que me quedara porque no quería estar sola.

Rapunzel era una chica muy diferente y me gustó mucho. Al platicar con ella, me contó la historia de como había llegado a ese castillo tan aislado. Me contó con tristeza que sus padres no la quisieron y que la regalaron y que su mamá adoptiva se había muerto un año antes. Le pregunté a Rapunzel por qué nunca salía del castillo y me dijo que no quería hablar de ello. Cuando Rapunzel me contaba su historia, sentía un nudo en la garganta y la abrazaba mientras lloraba por sus penas.

Los meses pasaban y me fui enamorando. Rapunzel se sentía igual y vivimos aislados del mundo. Conocí a su tía y era una mujer muy buena y cariñosa. Ella nos traía comida cada semana y nunca nos faltaba nada. Un día, le pedí a Rapunzel que se casara conmigo. No podía ser un matrimonio oficial porque Rapunzel todavía no quería salir al pueblo, así que su tía nos hizo una pequeña ceremonia y nos hicimos marido y mujer. Esa noche mas que nada yo quería consumar nuestro amor, pero Rapunzel no parecía interesada. Nos besábamos y cuando intenté hacer más, ella me empujó diciéndome que no se sentía bien.  Cada noche me daba una excusa diferente para no hacer el amor y jamás me dejaba verla denuda.

Una noche mientras cenábamos, ella decidió beber vino. Al la hora de acostarnos por fin me dijo que estaba lista. Nos besábamos apasionadamente y le acariciaba el cuerpo como si tocara una guitarra delicada. Cuando iba acariciar su más intima parte, me di cuenta de que algo no estaba bien. Al sentir lo que toqué di un brinco altísimo. Le grite,” ERES UN HOMBRE!" Mil cosas corrían por mi mente cundo descubrí que la mujer de la que estaba tan enamorado tenía pene. Quería irme enseguida pero al verle la cara, sus ojos, sus lagrimas, yo sabía que tenía que haber una explicación. Lo que me asustó mas fue que aunque había descubierto semejante cosa, todavía sentía el mismo amor y pasión por ella. Después de poder aclarar mi mente un poco, me senté en la cama con ella y le ordené que me diera una explicación.
            "Cuando nací, nací con dos genitales. Mi pene era muy pequeño pero el doctor que ayudó a mi mamá en el parto, no supo que hacer. Mis padres, el rey y la reina,  pensaban que yo era un demonio y que yo era un castigo de dios por algo que ellos habían hecho. Ellos no sabían como explicar lo que yo era a la gente del país y el sacerdote de la iglesia les aconsejó que lo mejor era regalarme. Consideraron matarme pero ellos no podrían vivir con una muerte en sus manos. Tenían que decirle algo a la gente, pues todo el mundo sabía que la reina esperaba un bebé, así que dijeron que me habían secuestrado para que todos se sintieran mal por ellos y nadie sospechará nada. Tengo prohibido entrar al pueblo porque si lo hago, es posible que se descubra la verdad", me dijo dolorosamente.

No pude creer lo que escuchaba. ¿Cómo una mujer tan bella podía también ser un hombre? En fin no me importó y decidí cumplir con la promesa que le hice, "Hasta que la muerte nos separe." Sentí mucha rabia contra el rey y la reina. Como pudieron hacerle esto a una bebé tan pequeño e inocente y decir semejante mentira a la gente del pueblo. Decidí que Rapunzel tenía que regresar al pueblo y enfrentarse a sus padres.

Cuando llegamos, el rey y la reina estuvieron sorprendidos. Se pusieron pálidos como si hubieran visto un fantasma del pasado. Les pedí que le dieran una oportunidad a su hija y que tuvieran compasión. En fin, ellos vieron lo brillante que era y se sintieron muy mal. Por el hecho de que ellos estaban muy arrepentidos y ofrecieron recompensar a la princesa, les prometí no decirle la verdad a la gente. También no quería lastimar a Rapunzel.  Así que se inventó un cuento, el cuento que se ha contado por años y el que todo el mundo conoce. Nunca me he avergonzado de Rapunzel pero tampoco puedo vivir más con esta mentira. Pienso que cuando mi historia se comprenda yo y Rapunzel estaremos ya muertos, pero descansaré en paz sabiendo que alguien mas sabe la verdad.

Stephannie Tamayo 2013

La ilustración procede de arescronida.wordpress.com

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