Hoy os presento un relato de Alex Sauer, estudiante de mi clase de Survey of Latin American Literature II inspirado por el realismo mágico... Sobre ese momento en que el ser humano consiguió que su historia no estuviera escrita. Alex nos invita a romper el guión.
_____________________________
Tic tac tic tac, el
reloj. Me molesta este repetitivo sonido. Tic tac tic tac. Madre mía. ¿Qué hora
es? Joder. Quince minutos tarde. Típico. Típico Señora Destina. Claro que a
ella le gusta esperar. No tengo tiempo. Pues, no tengo tiempo para ella
específicamente. Ha visto las cosas que ella ha hecho. Finalmente oigo mi nombre.
Señora Destina. Ella
se sienta en su gran escritorio de madera.
Su pelo se arregla en un rodete
ajustado. Su traje es planchado perfectamente. Archivos y archivos rodean la
oficina. Una carpeta vacía está abierta.
-Ha estado evitándome-
- ella me dijo sin mirarme. Tecleando y tecleando.
-Pues señora. Será
mentira. No puedo evitarte. -respondo indiferente.
Ella levanta sus ojos
penetrantes a mí. “Tenemos que planear.
Hoy. Tu carpeta está vacía. Completamente vacía.”
Ella está enojada y
solo puedo reírme. “Mi destino está en
tus manos, Señora Destina. Si quieres que mi carpeta tenga algo, pues es tu
decisión. Lo sabes todo, ¿no?”
Ella continua
tecleando y tecleando más rápido. Pienso que finalmente ella está escribiendo
mi destino. No me importa mucho. No sería la primera vez. Lo último vez Señora
Destina he pensado que era lista.
Déjame decirte lo que
pasó. Ella había conocido que tenía una cita después de la mía. Una cita con un
hombre especial, el hombre más famoso de nuestra ciudad. Es guapísimo, alto,
encantador, perfecto. La verdad es que he conocido este chico desde la niñez.
Era evidente, aun en ese momento, él sería famoso. Mis padres me dijeron que
Señora Destina vino a su casa el día de su nacimiento. La primera vez en años
que la gente la vio afuera de su oficina. Ella nunca dejaba su oficina.
Nunca.
¡Qué listo! Sería un
buen cuento para ella, para ayudar a su reputación sucia en este mundo.
¡Nuestra celebridad se casa con su amor juvenil! Las noticias serían
buenísimas. Nuestra diosa, Señora Destina, se sonreiría en una foto y ella
escribiría algo fantástico para engañar a la gente a quien creerían todo. Me
iba cuando ella le llamó a él para entrar. ¡Qué coincidencia! Chocamos. Sabía
que no era coincidencia y me di la vuelta hacia ella y solo le dije, “Tu tendrás que trabajar más duro que eso.”
Ella me interrumpe
mis pensamientos con su actitud omnisciente. “Aquí está. Esto será perfecto.”
Ella se sonríe, contenta consigo misma.
-Me advirtió que será
un mal cuento. ¿Vas a matarme en un gran accidente? Pero no es tan simple, ¿no?
Vas a incluir a él. Yo sé. Te entiendo. Pues Señora, dame un cuento más
interesante que esto.
Rápidamente ella se
enfada.
-¿Cómo se sabe todo?
Esto es mi trabajo. ¡Y tú! Cada vez trato de darte un buen futuro. Un buen
destino. Si nunca se hubiera perdido tu carpeta, esto nunca habría sucedido.
Habrías tenido el mismo destino de tu familia intolerable.-
-Espera. ¿Has dicho
que perdiste mi destino?
-Señora Destina paró.
Su cara todavía es rubor con enfado, pero rápidamente cambia a una cara
avergonzada.
-Dígame cuándo.
¡Dígame! -No debo tan enfadarme, pero estoy. Estoy enfadada.
-Cuando me iba para
bendecir a su amigo, regresé a mi oficina. Alguien me robó algunos papeles.
Pues no algunos, sino solo los tuyos. Todo tu destino, desaparecido. Todavía no
sé quien me robó. Pues ahora, tengo una problema grande. Tengo una chica
rebelde que no tiene un destino. Es ridículo. Solo fue a este casa para
bendecir el nuevo jefe de destinos. Voy a morir. Necesito un sucesor. No sé por
qué estoy diciendo a ti esto. Estoy cansada. Cansada de ti. Hablas con mi
secretario por una nueva cita. No tengo tiempo para discutir contigo hoy.
-Claro. Hasta luego, -dije
y me fui antes de que ella cambia su decisión. Ella me dijo su gran secreto. Se
le escapó. Entiendo que ahora, alguien en el pasado tenía un plan grande. Pues
eludir mi destino era mi destino. ¡Qué ironía!
Entré en mi casa y mi
hermanito está estudiando como siempre. Señora Destina le daba a él un destino
horrible donde él no tendría éxito a pesar de su espíritu trabajador.
-Haz tu maleta. Nos
vamos.
Mi madre se pone su
mano en su hombre y él se va a su cuarto.
-Sabía que tú eres
lista. Tu padre tenía sus dudas, pero hoy es el día.
-Claro. Mama, fuiste
tú, ¿no?
-Vi una oportunidad y
lo cogí.
-Gracias mama. -la besé y me fui a los vecinos.
Estoy esperando más
nerviosa que nunca. Cómo explico que él tiene que irse. Además irse conmigo. Él
abre la puerta sonriendo.
-¿Vas a quejarte a mi
sobre tu cita hoy o tienes un destino finalmente?
-No te burles tío.
-¿Qué pasó?
-¿Sabes tu destino?
-Claro que sí. Lo sé
desde mi niñez como toda la gente en nuestra ciudad. Pues, excepto tú. Señora
Destina, a ella te molesta mucho.
Él se ríe.
Señor Destino, tiene
un bello sonido, ¿no?
¿Cómo sabes esto?
-No te importa.
¿Quieres este vida? Escribiendo y escribiendo los destinos de toda la gente.
-Pues, no. Pero es mi
destino. Destino es destino. No puedo cambiarlo.
-Tu puedes.
-No puedo.
-Explícame como no tengo
un destino pero sigo viviendo una vida.
-Pero tu tienes un
destino. Solo es perdido.
-Mi destino es un
cuento en un papel que una mujer ha escrito. Un cuento que se volvería mi vida
si lo tengo. Ella robó nuestras decisiones. Elijo todo en mi vida hasta ahora,
no ella.
-¿Tu quieres
ayudarme?”
-¿Ayudarte con los
destinos? No has entendido nada.
-No. Entiendo. Evitemos el destino esta noche.
Alex Sauer 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario